viernes, 22 de mayo de 2009

Supertransportistas

En la vida de todo ser humano, llega aquel esperado momento en que con el piso pintado y limpito (que realmente no es el caso) te lo miras y que ves ?El vacío, llanuras de blanca pintura, una inmensidad de paredes, techos y suelos. No hay ni un mísero taburete, ni hablemos de un mueble, la nada. Eso si, te parece que tienes un piso enorme. Así que por muy coñazo que te parezca (que te lo parece), te planteas que habría que ir amueblando el chiringuito.
En nuestro caso, la austeridad de la modernidad y estrictas medidas económicas nos han llevado a amueblar el piso de gratis. No es una opción fácil, creíamos haber valorado todas las contrapartidas… inocentes.
Primero de todo eres cool si tus amigos tienden al perroflautismo, si no eres un cutre. Si tus fantasías son con un piso a la última moda lo llevas claro pilarin y sobretodo para nada te pienses que te libraras de medir, creerte decorador de interiores, discutir por algo que un mes antes creías ridículo, con todo eso pringaras igual.
Pero lo peor de todo esta por llegar, debes acaparar toda esta cantidad de muebles con tu esfuerzo y pericia. Eso que todos pensamos que es un sabado de entretenida faena.
Mi padre tiene una fantástica furgoneta, ah problema solucionado pensamos... insensatos. El primer día nos plantamos allí llenos de ilusión, una hora más tarde y reventados de haber bajado el somier más grande del mundo con su colchón desde un veinteavo piso (lo menos) resulta que no nos entra en la furgo, suerte tuvimos de un bazar chino donde comprar unos tensores de mierda que te dejas los dedos cada vez que los estiras.
El segundo día no sabes como coño se desmonta la puta mesa que claro está, si no la desmontas no pasa por la puerta.
Al tercer día te dan una mesa que no se desmonta de verdad y te vuelves a deslomar porque no entra en el ascensor.
Al cuarto día vas todo contento a buscar otro somier, nos extrañaba y sorprendía tanta facilidad, solo era un primero!!! Estaba tirado…. tranquilos, al salir estaba cayendo el diluvio universal, suerte que ya sabíamos que los somieres de 1,35 no entran y que había que atarlo al techo. Una vez en coche y mojados hasta la medula, obviamente dejó de llover.
A todo esto la miserable de la Piña (el hámster) sin mover ni un dedo.
Pero a partir de aquí notas que algo diferente pasa en ti, es como una segunda pubertad, se te desarrolla el ingenio (que dices: ya tocaba), te crecen los músculos, te cambia la mirada, la voz y te salen pelos en el pecho. Te estas convirtiendo en un su-per-trans-por-tis-ta.
Allá donde haya un mueble, tu estarás, por larga que sea la escalera lo bajaras, por grande que sea la cama, la sujetaras a la furgoneta, tu fiel compañera.
Contra viento y lluvias tu conducirás, por pronto que te hagan quedar allí estarás, por lejos que esté tu siempre aceptaras porque eres un supertransportista.
Desafías a la muerte, en cada carga te enfrentas a ella y la burlas con tus tensores chinos, porque eres un supertransportista.
A partir de este momento descubres que tu vida gira en llenar tu piso de muebles, pero ahora todo lo ves más fácil. Los cargas a la primera, no te cansas, sabes antes de bajarlos como los cargaras y si te concentras siempre cabe en el ascensor. Vas animado e incluso vas a hacer la mudanza de tus amigos. Los simples mortales te miran con admiración, eres un supertransportista.
Lamentablemente, ahora que hemos superado el sueño de cualquier hombre cuerdo y adicto a “megaconstrucciones” o “los reyes de la construcción” te planteas angustiado, quedará algún reto digno de ti en esta vida?
Pd.- Agraïments als pares de l’Isma, a l'avia de l'Alberto, a la Maria, l’Adelina, l’Anna i especialment a l’Alexis.
Dedicat a tots aquells que desconsolats necesiteu l’ajuda d'un supertransportista.

2 comentarios:

  1. Yo ya me cobré el escritorio, jeje. Gracias por la furgo y por dejaros los riñones!!!

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  2. La Pinya ja té prou feina empaquetant casa seva. No l'estressis.

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