lunes, 4 de mayo de 2009

El principio del fin

Hay cosas en esta vida que tienen un principio y se sabe cuando van a acabar. Muchas veces, incluso, se sabe de qué manera acabarán. Cuando entras en un cine, sabes que después de dos horas, saldrás por donde has entrado y que la acción de ver la película, en este caso, se habrá acabado. Cuando vas a ver Titanic, sabes que al final, por más veces que veas la película, el barco se acaba hundiendo.

Pero hay cosas que no sabes ni cómo acabarán, ni cuando acabarán. Un ejemplo es el piso donde voy a ir a vivir. Primero fue el "gotelé", luego el enyesado y por último la pintura. El gotelé fue vencido sin muchas complicaciones. El enyesado, tras largas horas de "poner cera, pulir cera" se puede decir que está superado. Pero la pintura nos llevará por el camino de la amargura: en la habitación del habitante numero 2, no se agarra a las paredes. Cagado la hemos.

Cabe decir que todo empezó antes de navidades...

Por cierto, me llamo Javi.

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