jueves, 28 de mayo de 2009

Yo, sofá

El equipo de supertrasnportistas se enorgullece de presentar un documento inédito en la historia de la antropología. Una super producción que muestra sin censuras la realidad de la vida. El reportage de hoy, jamas publicado anteriormente, nos muestra desde el punto de vista de un sofá, como este es subido por las escaleras hasta casa.

Después de haber conseguido estas impactantes imgenes, que el Barça ha ganado la Champions y que han abierto los chiringuitos de la playa... solo nos queda pedirnos un mojito y esperar a que nos concedan el Pulitzer.

viernes, 22 de mayo de 2009

Supertransportistas

En la vida de todo ser humano, llega aquel esperado momento en que con el piso pintado y limpito (que realmente no es el caso) te lo miras y que ves ?El vacío, llanuras de blanca pintura, una inmensidad de paredes, techos y suelos. No hay ni un mísero taburete, ni hablemos de un mueble, la nada. Eso si, te parece que tienes un piso enorme. Así que por muy coñazo que te parezca (que te lo parece), te planteas que habría que ir amueblando el chiringuito.
En nuestro caso, la austeridad de la modernidad y estrictas medidas económicas nos han llevado a amueblar el piso de gratis. No es una opción fácil, creíamos haber valorado todas las contrapartidas… inocentes.
Primero de todo eres cool si tus amigos tienden al perroflautismo, si no eres un cutre. Si tus fantasías son con un piso a la última moda lo llevas claro pilarin y sobretodo para nada te pienses que te libraras de medir, creerte decorador de interiores, discutir por algo que un mes antes creías ridículo, con todo eso pringaras igual.
Pero lo peor de todo esta por llegar, debes acaparar toda esta cantidad de muebles con tu esfuerzo y pericia. Eso que todos pensamos que es un sabado de entretenida faena.
Mi padre tiene una fantástica furgoneta, ah problema solucionado pensamos... insensatos. El primer día nos plantamos allí llenos de ilusión, una hora más tarde y reventados de haber bajado el somier más grande del mundo con su colchón desde un veinteavo piso (lo menos) resulta que no nos entra en la furgo, suerte tuvimos de un bazar chino donde comprar unos tensores de mierda que te dejas los dedos cada vez que los estiras.
El segundo día no sabes como coño se desmonta la puta mesa que claro está, si no la desmontas no pasa por la puerta.
Al tercer día te dan una mesa que no se desmonta de verdad y te vuelves a deslomar porque no entra en el ascensor.
Al cuarto día vas todo contento a buscar otro somier, nos extrañaba y sorprendía tanta facilidad, solo era un primero!!! Estaba tirado…. tranquilos, al salir estaba cayendo el diluvio universal, suerte que ya sabíamos que los somieres de 1,35 no entran y que había que atarlo al techo. Una vez en coche y mojados hasta la medula, obviamente dejó de llover.
A todo esto la miserable de la Piña (el hámster) sin mover ni un dedo.
Pero a partir de aquí notas que algo diferente pasa en ti, es como una segunda pubertad, se te desarrolla el ingenio (que dices: ya tocaba), te crecen los músculos, te cambia la mirada, la voz y te salen pelos en el pecho. Te estas convirtiendo en un su-per-trans-por-tis-ta.
Allá donde haya un mueble, tu estarás, por larga que sea la escalera lo bajaras, por grande que sea la cama, la sujetaras a la furgoneta, tu fiel compañera.
Contra viento y lluvias tu conducirás, por pronto que te hagan quedar allí estarás, por lejos que esté tu siempre aceptaras porque eres un supertransportista.
Desafías a la muerte, en cada carga te enfrentas a ella y la burlas con tus tensores chinos, porque eres un supertransportista.
A partir de este momento descubres que tu vida gira en llenar tu piso de muebles, pero ahora todo lo ves más fácil. Los cargas a la primera, no te cansas, sabes antes de bajarlos como los cargaras y si te concentras siempre cabe en el ascensor. Vas animado e incluso vas a hacer la mudanza de tus amigos. Los simples mortales te miran con admiración, eres un supertransportista.
Lamentablemente, ahora que hemos superado el sueño de cualquier hombre cuerdo y adicto a “megaconstrucciones” o “los reyes de la construcción” te planteas angustiado, quedará algún reto digno de ti en esta vida?
Pd.- Agraïments als pares de l’Isma, a l'avia de l'Alberto, a la Maria, l’Adelina, l’Anna i especialment a l’Alexis.
Dedicat a tots aquells que desconsolats necesiteu l’ajuda d'un supertransportista.

jueves, 21 de mayo de 2009

Pasatiempos

Nuestro piso está muy bien comunicado: tenemos la autopista a 5 metros. El tren y el metro están a tomar por saco, pero tenemos la autopista a 5 metros. Además está elevada, así que nos queda a la altura de las ventanas y el balcón. Si me hablara con Kristian Pielhoff (el de Bricomanía) le pediría que nos hiciera nuestra propia entrada/salida con carril de aceleración y deceleración: ¿para qué aparcar en el párking si puedes bajarte del coche a un palmo del sofá? Imagínate:

- ¿Cómo se va a tu casa?
- Pues pilla la autopista, toma la salida 12 y aparca al lado de la tele.

Eso es tener clase.
Pero ya no me hablo con Kristian Pielhoff.
La nuestra es una autopista con velocidad máxima de 80km/h, lo que es una contradicción en la mayor parte del planeta, pero aquí nos gusta innovar. Y está bien, porque evidentemente nadie se ha molestado en poner pantallas acústicas en una autopista que cruza una ciudad con una densidad de población similar a la de un termitero.
Así que es una autopista curiosa pero hace menos ruido, cosa que seguramente me permitirá dormir. Al día siguiente me podré levantar fresco y lleno de energía para disfrutarla. Es un poco difícil pillarle el gusto, pero a la que te acostumbras te faltan horas. Cada vez le veo más posibilidades:
  1. Si no hay atasco, puedes pasar de 0 a 80Km/h saltando por la ventana.
  2. Puedes disparar el flash de la cámara de vez en cuando y ver como los conductores se acojonan y buscan dónde está el radar.
  3. Puedes poner un cartel de "Ponga su publicidad aquí" en la ventana y hablar con la gente que llame.
  4. Puedes hacer malabares para entretener a los de las retenciones y pasar un platillo pegado a un palo para recoger las monedas.
  5. Puedes montar una empresa y hacerte verificador profesional de afirmaciones tipo "No, si llego en cinco minutos: estoy ya en la autopista".
  6. Puedes comprarte una bocina y ser el que empieza los bocinazos en una retención. Hay puntos extra si gritas "¡Venga ya, hostia!" y alguien se apunta al griterío
  7. Puedes dormir borracho en el sofá y a la mañana siguiente no te dirán "¿Qué, borracho otra vez? ¿No has podido ni llegar a la cama?" sino "¿Qué, el tráfico no te han dejado dormir?"
  8. Puedes poner en la ventana una imagen a escala real de una chica desnuda y mirar si algún coche pasa más de una vez, a baja velocidad. Aplaudirle si lo hace.
  9. Puedes fundar un club de observadores de coches, con prismáticos, tarjetitas de características y fotografías. Y cerveza.
  10. Puedes montar manifestaciones ecológicas cada mañana y desgañitarte desde la ventana: "¡Incívicos! ¡Contaminadores! ¡Id en bici como todo el mundo! ¡Estáis destruyendo el planeta de vuestros hijos!". Hacer un concurso de pancartas y lemas.
  11. Puedes contar los coches de color amarillo en periodos de 10 minutos y hacer estadísticas.
  12. Puedes usar las estadísticas del punto anterior para hacer predicciones: "Hoy es un día flojo en coches amarillos, así que los géminis tienen altas probabilidades de morir de sobredosis". Las escribes en un blog y al cabo de un par de semanas estás en la tele. Fijo.
  13. Puedes contar los coches de color rojo en periodos de 5 minutos y hacer estadísticas.
  14. Puedes usar las estadísticas del punto anterior para hacer predicciones: "Hoy es un día flojo en coches rojos, así que los aries tienen altas probabilidades de morir descuartizados". Las escribes en un blog y al cabo de un par de semanas estás en la tele. Fijo.
  15. Puedes contar los coches de color azul en periodos de 14 minutos y hacer estadísticas.
  16. Puedes usar las estadísticas del punto anterior para hacer predicciones: "Hoy es un día flojo en coches azules, así que los piscis tienen altas probabilidades de morir guillotinados". Las escribes en un blog y al cabo de un par de semanas estás en la tele. Fijo.
NO puedes usar los coches de color blanco para hacer estadísticas y predicciones. Eso lo sabe todo el mundo.

 

miércoles, 20 de mayo de 2009

Un golpecito en la espalda no ayuda a pagar la cesta de la compra

Imaginemos por un momento, en un ejercicio de retrospección, que nuestro trabajo no es el que es actualmente. Imaginemos que cuando suena el despertador, nos entran unas ganas irrefenables de comenzar el día con optimismo, prepararnos un abundante y apetitoso desayuno e ir a la oficina, dispuestos a pasar un buen día. Imaginemos también que en el trayecto de nuestro domicilio a la oficina, una rutina que hacemos cada día de manera autónoma sin caer en los pequeños detalles de nuestro entorno, cada paso que damos es un paso lleno de esperanza y optimismo. Ya por último imaginemos que cuando entramos a la oficina, no solamente saludamos a nuestros compañeros que se sientan a nuestro lado, sino que nos reciben con carácter jovial nuestro coordinador, jefe de grupo o incluso algú miembro de la junta directiva. Es más, ya para poner la puntilla al ejercicio, que gozamos de buena salud, nuestro trabajo está remunerado de manera aceptable y que nuestra jornada laboral acaba los viernes a las 15.

Esa fue la idea que me hice de mi actual trabajo, hace ya más de un lustro. Por aquel entonces yo era un pre-adulto, que hacía poco que había salido de una tardía adolescencia. El primer día de trabajo fue maravilloso: mucha gente nueva, nuevas cosas que aprender, incluso, se podría decir, que había buen rollo, pese a la presión de los marcadores, indicando siempre una larga cola de interminables llamadas.

Pasaba el tiempo, y la ilusión con la que había comenzado mi nueva andadura se fue apagando poco a poco. Ahora temía el ruido con el que el diabólico despertador me golpeaba en la cabeza de buena mañana. Intentaba que la manecilla del minutero avanzara lentamente minuto a minuto, agotando el pequeño momento de placer que me ofrecían mis sábanas, calentadas por una corta pero intensa noche de descanso. Mis pisadas ya no desprendían optimismo y mucho menos esperanza. Cuando llegaba a la oficina, los números en rojo de los marcadores era la manera cínica que tenía la oficina de darme los buenos días. Todo esto, adrezado siempre con malas caras por parte de los omnipresentes miembros de la junta y de palmaditas en la espalda, reconociendo y dando ánimos por la faena bien realizada. Parece mentira que con el tiempo que llevan dirigiendo grupos de trabajo y empresas, aún no se hayan dado cuenta que un golpecito en la espalda no ayuda a pagar la cesta de la compra. Y así pasa día tras día, con la única esperanza e ilusión de que llegue el final de la jornada para poder salir a la calle y desintoxicarme del cargante ambiente de oficina.



sábado, 16 de mayo de 2009

Piña

Hoy le he dicho a Piña que nos vamos de casa. Estaba algo dormida, así que no sé si la mala cara que me ha puesto es por el sueño o por la falta de entusiasmo.
Nuestros horarios prácticamente no coinciden, y además últimamente hace como que no me ve cuando paso por donde está. Total, que hasta hoy no le había hablado del piso.
He aprovechado remodelación completa de su jaula para sacar el tema. Por la mañana, para estar preparado, le he comprado un nuevo paquete de serrín, mullido y sin polvo a la par que elegante. El fabricante dice en el envoltorio que ellos son el "Safe choice". "Safe choice" en serrín, hay que joderse. Se estarán forrando.
Ya que estábamos puestos le he preguntado al de la tienda si tenía maderas de sabores (sí, existen), porque la última vez me dijo que les encantan. Lamentablemente, se ve que justo esta mañana todo el barrio ha decidido comprar maderas de sabores (tenía cola en la puerta cuando ha ido a abrir la tienda) y hasta el jueves de la semana que viene no tendrá más. Supongo que las traen en mula desde Alaska.
Así que me he enfrentado a mi hámster a las 2 de la tarde sólo con un paquete de serrín de mierda. Como es un regalo bastante lamentable he añadido una nuez de California al pack.




















He pasado quince minutos intentando cogerla para sacarla de la jaula, quince minutos más limpiando la jaula, y quince minutos más intentando volverla a coger para devolverla a la jaula. Y mientras tanto le he dicho que ya tenemos el piso a medio pintar y que tiene un sitio guardado en el fregadero, junto a la caldera.
Piña ha dado un par de vueltas para ver si había hecho bien la limpieza y si tenía todas sus cosas: la casa, la madera de morder, la escalera, la rueda, el agua, el papel de wáter y su caja de arena. Cuando se ha cansado de investigar, ha cogido un trozo de la nuez, ha comido un rato, me ha mirado y se ha vuelto a meter en la cama. Un hámster como Dios manda no se pasea por ahí a mediodía. Yo tampoco lo haría, la verdad.
No lo tengo muy claro, pero creo que se lo está pensando.


lunes, 11 de mayo de 2009

Ya.com Vs Javi (II)

Os transcribo la carta que envié a ya.com. Se abre la veda.



A la atención del Departamento de Gestión de Cobros:

Hola,

Primeramente gracias por avisarme de dicha eventualidad en el proceso de cobro.

Actualmente, como sabrán, he dejado de ser cliente de ya.com, después de estar más de cinco años pagando mes a mes sin faltar ni una sola vez. Durante estos más de cinco años solamente he tenido dos problemas:

1.- Al dar de alta el servicio. Hasta que no me puse serio no accedieron a comprobar en la centralita que todo estaba bien configurado. Efectivamente, y confirmando mis sospechas, habían empezado a cobrarme por un servicio que no estaba dado de alta correctamente. Se procedió al abono del perídodo sin servicio y las cosas siguieron bien hasta...

2.- Antes de darme de baja. Conociendo la competitividad entre telefónica y los diferentes ISP's que dependen de ella, en cuanto falló la linea me temí lo peor. Tras varias llamadas al servicio técnico, y tras tratarme como un absoluto ignorante [1] en la materia, previo aviso al teleoperador de mis conocimientos como informático, procedí a darme de baja, al ver que el problema se alargaría hasta dios sabe cuando.

Al percatarme que habían pasado factura al banco, immediatamente y sin pensarlo procedí a devolver la factura. Acto seguido llamé a atención al cliente e informé de lo que había acontecido, diciéndo que si querían, podían emitir de nuevo la factura, pero con los DIAS REALES de servicio. Bajo ningún concepto iba a abonar la factura entera y posteriormente esperar a un abono en cuenta con la diferencia.

Respecto al "resarcimiento de cuantos daños y perjuicios pudiera ocasionarnos su impago" debo decir que mayores han sido los daños que ya.com ha ocasionado. Ha dejado de dar servicio de la noche a la mañana sin previo aviso y posteriormente se ha burlado de mi persona poniendo a mi disposición técnicos con no suficientes conocimientos para dar solución a mis problemas. A todo esto, hay que sumar la cantidad de llamadas en vano realizadas al 902 que tienen como único teléfono de contacto.

Muy a mi pesar, reitero en mi decisión de no aceptar la factura anteriormente emitida, a no ser que se corrija como antes he expuesto.

Reciban un saludo muy cordial,


Javi


[1] Diferentes motivos que me han dado, y soluciones, al fallo de conexión ADSL que tenía:

1.- Que esté hablando por teléfono no tiene nada que ver, porque el ADSL va por un cable diferente que el teléfono.
2.- Ha conectado el router al PTR? - Si - Pues inténtelo otra vez a ver si ya funciona.
3.- Tiene que probar si el router funciona en casa de un vecino. - No tengo vecinos - Tiene que probar si el router funciona en casa de un vecino... (al final la operadora me colgó sin previo aviso)
4.- Estamos viendo que hay una incidencia... a ver... no es posible! dice que la central está a 6 kilómetros. (Siguiente llamada) El sistema dice que su linea está a un kilómetro y medio de la central. (Las centrales se ve que tienen ruedas y se mueven)
5.- Es cierto, hemos visto que hay una incidencia. La linea está adaptada para funcionar a 6 Megas. - Si, pero hace ya cerca de dos años que voy a 20 Mb - Entonces tiene que bajar la velocidad. (!!??!!?!?!?!)

Y más de las que no recuerdo (ni quiero acordarme) en estos momentos...

sábado, 9 de mayo de 2009

Voy

Tengo un amigo que monta timbas de poker en su casa: se juntan unos cuantos amigachos, compran puros, whisky y agua con gas, reparten los jugadores en unas cuantas mesas, ponen la pasta (este punto es importante), anuncian los premios, reparten cartas y así pasan las horas. Creo que a la mesa final pasan los dos finalistas de cada mesa, o algo así. Suelen estarse toda la noche.
Creía que perder toda una noche del viernes era lo más que se podía llegar a hacer en el mundo del poker, hasta que hace unas semanas Javi me llamó y empezó a gritar. Estuve cinco minutos diciéndole que no le entendía, que mejor buscara una fuente cercana y metiera la cabeza dentro. Cuando lo hizo, me explicó a un ritmo normal que acababa de salir del casino. Acababa de ser eliminado de su primera partida seria, después de apostarlo todo a una mano. Él iba de farol y el otro jugador (que dijo que para chulo él), no. Pero estuvo en mesa unas cuantas manos: trece de veinte.
El problema fueron las gafas de sol: estuvo jugando sin ellas toda la partida, hasta que quedaron dos o tres en la mesa, se puso nervioso, se puso las gafas y dejó de ver el color de las cartas. Perdió esa mano, qué le vamos a hacer.
Y hasta aquí toda mi relación con el poker. Podéis añadir unos 10€ perdidos en cuatro o cinco partidas esporádicas.
El otro día fuimos al piso a pintar el pasillo. Ha quedado niquelao. Para celebrarlo, abrimos las latas de bonito del norte que compró Javi (véase lista en post anterior), le pusimos el tabasco (véase lista en post anterior) y descubrimos que hay un nuevo punto de distinción en nuestra casa: un maletín de poker. Un maletín metálico, lleno de fichas hechas de metal recubierto de cerámica, de 11.5 gramos cada una, dos barajas y unos dados transparentes que no acabamos de tener claro para qué sirven.
Cuando volví, después de cambiarme de ropa, habían empezado una partida. Dos cartas cubiertas por jugador, y en la mesa tres, cuatro y finalmente cinco descubiertas. Apuestas en cada nueva carta descubierta.
El poker siempre me ha aburrido bastante. No había ganado ni una puñetera mano en toda mi vida, y eso cansa. Hasta que en la última mano de la noche se cantó una posible escalera: "El que tenga la K ha triunfado". Señores, acabo de descubrir que tengo poderes. ¿Hace una partida? Tengo un alquiler que pagar.


jueves, 7 de mayo de 2009

Ya.com Vs Javi

Al final ha pasado. Y es que cuando tiene que llegar, acaba llegando.

Pongo en situación: Antes de semana santa, ya.com deja de darme servicio y tras varias llamadas al servicio técnico y ver que no se solucionaba el tema, decido darme de baja del servicio. Pues han tenido los huevos de enviarme el siguiente mail:


"Estimado Cliente:

Nos ponemos en contacto con usted para comunicarle que, debido a la devolución que ha realizado su banco de la factura ****** el día 09/04/2009, no hemos podido llevar a cabo el cobro de la cuota mensual de 34.74€.

Ponemos a su disposición las siguientes alternativas para efectuar el pago:

Pago por tarjeta desde su Área de Clientes en www.ya.com, o llamando al 902 902 902, de lunes a viernes, de 9 a 22 horas. Si opta por pagar a través de la web, recuerde que, una vez acceda a su Área de Clientes introduciendo sus datos de usuario y contraseña, deberá pulsar la opción "Facturación" y a continuación "Gestión de cobros".

Solicitud de envío de un nuevo recibo a su Banco desde su Área de Clientes (pulsando la opción Facturación y a continuación Gestión de cobros), o bien llamando al 902 902 902.

Si durante los próximos 7 días naturales, el pago no se hubiera hecho efectivo, nos veríamos obligados a ejercitar las acciones que nos asisten para el cobro de la deuda y para el resarcimiento de cuantos daños y perjuicios pudiera ocasionarnos su impago.

Por favor, ignore esta notificación, si en estos últimos días ha realizado el pago de la factura.

Para más información, contacte con nosotros en el 902 902 902.


Reciba un cordial saludo,

Dpto. Gestion Cobros"



Vale que es un sistema automatizado. Vale que es una gran compañía. Y vale tb que puede que yo no tenga razón y me esté dando contra un muro. Pero esto no ha hecho nada más que empezar...

miércoles, 6 de mayo de 2009

Porque irse a vivir con dos amigos?



Esta es una pregunta que deberíamos hacernos todos alguna vez en la vida, aunque la respuesta nos asuste y no nos veamos con fuerzas para afrontar la realidad, en tal caso podemos servirnos un gin tonic y olvidarlo, con todo el glamour y clase posible.

Hay cuatro opciones en la vida:

1. Padres: Esto con 27 años no es una opción real. Va llegando un momento en la vida de toda persona en que hay que abandonar el nido, descubres un mundo de sensaciones, intimidad, suciedad, libertad y ostias que nadie debe perderse, así que hacer el favor de salir de casa a partir de los 20 que ya tenéis los huevos negros (haz lo que digo, no lo que hago).

2. Solo: Algún amargado dirá que prefiere vivir solo, lo necesita y que adora hacer lo que quiere en todo momento, mentira!!! Eso también lo haces con otras opciones, vivir solo es un coñazo y comes fatal, lo has de limpiar todo tu, se te pasa la comida y tardas mucho en bajar la basura, totalmente descartado.

3. La novia: Esto podría parecer una opción llamativa. En realidad solo lo es a medias, pasas de la dominación paterna a la dominación parejil. Lo único que ganas es algún achuchón de vez en cuando. ¿Pero eso paga convertirte en un calzonazos el resto de tu vida? Disfruta de tu libertad todo lo que puedas, pringao.

Sabes que acabarás haciendo lo que ella quiera, que hace dieta, tu pringas, que vienen sus padres, tu pringas, jamás tendrás los mismos criterios de limpieza y tu serás el guarro, el que no comprende la diferencia entre un yogurt vitalinea y uno normal, el inculto que no plancha los tejanos (que no debería planchar nadie). Además con un amigo tienes esperanzas de discutir y llegar a algún sitio, aunque sea un acuerdo mutuo, con tu novia no hay escapatoria, ella aplicará sus peores armas (y te tiene cogido por los huevos) un amigo como mucho se enfadará un poquito, nada que no se solucione con una birra o marchándote a otro piso.

4. Los amigos: Sin duda la única opción razonable para un hombre con aspiraciones a pensar por si mismo, aunque sea por poco tiempo.

Entre hombres la limpieza se tolera mejor, todos estáis de acuerdo en que el principal alimento es la cerveza, es normal ir en calzoncillos por casa, no trae a ningún suegro, con suerte montará alguna fiesta con mujeres frescas (siendo muy optimista claro), la disputa del mando será entre peli interesante o futbol, no entre “ventdelplà” y “los hombres de paco”.

Además, conseguirás que todo el mundo quiera ir a visitarte, aportando más patatas fritas, cerveza y entretenimiento. No nos olvidemos que en el caso de tener novia siempre estará dispuesta a quedarse a dormir, precisamente porque será más divertido que quedarse en su casa y no encontraras amigo que le disguste encontrarse a tu novia por la mañana haciendo una cafetera.

Definitivamente, no hay lugar a dudas, el piso de amigachos es la mejor opción, si hasta ellas lo prefieren por que razón íbamos a renunciar?

martes, 5 de mayo de 2009

Lepra

Los fines de semana, a veces, veo Bricomanía. El presentador, Kristian Pielhoff, se mueve por el taller, arriba y a bajo, limpio, casi transparente, haciendo cosas maravillosas sólo con las manos y un poco de adhesivo. Cuando algo le va a tomar más de dos o tres minutos, como tirar un tabique o darle dos o tres capas de barniz a un complejo turístico sueco de cabañas, saunas y trineos, te coloca un Briconsejo. Y al volver está acabando. Al acabar el programa piensas que deberías ser como él.
Teníamos (y tenemos) el piso por pintar. Y vi Bricomanía. Después de eso, mientras piensas en Braveheart y Kristian Pielhoff, inevitablemente decides que Tú Puedes Hacerlo.
Te vas a una gran superficie de bricolaje. Descubres que hay muchas cosas que nunca has imaginado que alguien podría necesitar, y muchas personas dispuestas a comprarlas. Te paseas intentando que parezca que sabes lo que haces. Durante diez minutos buscas algún letrero que te diga dónde está la pintura, sospechando que en el argot de esta gente debe existir una palabra rara para la pintura (recubrimientos superficiales, tratamientos finales, pigmentos monocromos, polímeros decorativos). Por suerte, el creativo de la empresa tenía fiesta el día que etiquetaron el pasillo de las pinturas y su suplente no estaba a la altura, así que llamó "Pinturas" al pasillo de las pinturas. Seguramente lo despidieron. Pobre hombre.
Contemplas durante un buen rato una variedad exagerada de colores y sabores. Descubres que el creativo de la empresa sí que trabajaba el día que pusieron adjetivos a las pinturas. Cuando te rindes y decides que no hay razón evidente para que dos botes del mismo tamaño de pintura plástica mate satinada blanca lavable tengan diferencias de precio tan grandes, te llevas el segundo o tercer producto más caro (por aquello del "por algo será") y arrastras unos botes que son demasiado pequeños para pintar completamente ninguna habitación y demasiado grandes para moverlos sin luxarte algo. Que alguien les ponga ruedecitas, por favor.
Llegas al piso. Te vistes. Llamas por teléfono. Al parecer la pintura lleva agua. Un rodillo. Gotas de pintura por el suelo. ¿Papel de periódico sí o no? ¿Cuánto puedes tardar en fregar antes de que se seque? La cinta de carrocero deja pasar la pintura por detrás. Estupendo. ¿Para qué carajo la he puesto, pues? ¿Es una tradición, o algo? Al parecer las esquinas y bordes hay que hacerla con brocha. ¿No hay otra manera? ¿Tengo que mover la escalera por tooooooda la casa?
Segunda capa, un día después. Jodido, pero orgulloso. La pared tiene algunos sospechosos huecos diminutos. Pero tranquilo, para eso das otra capa. Coges el rodillo, lo cargas, lo escurres, lo llevas contra la pared y, al girar sobre los huecos diminutos, la pintura que tardaste tres horas en poner el día anterior decide que esa pared no es la suya. Salta, en tiras. Se enrolla en el rodillo. Estupefacto, pasas la mano por otro de los huecos diminutos, y te queda envuelta en una película de pintura plástica mate satinada blanca lavable.
Mi pared tiene lepra, ¡joder! Aluminosis, terremotos, boquetes, humedad. Eso vale. Enfermedades decentes para una pared honrada. ¿Lepra? ¿Es una broma?
Kristian Pielhoff, no me preparaste para esto. Me has engañado. Nunca te has enfrentado a las paredes con lepra. Sabías que existían, y las ignoraste. Has perdido un espectador, Kristian Pielhoff. A partir de hoy sólo veré al tío de las plantas.


Lista de la compra

Hoy he ido al Mercaleches a comprar en el descanso del trabajo. Me he propuesto comprar 4 chorradas para amenizar las no-largas jornadas que nos pasamos en el piso haciendo de no-paletas y no-pintores.

1x Patatas Fritas (las más baratas)
1x Caja de 6 paquetes de palomitas para microondas
1x Tabasco (imprescindible)
1x Caja de 2 Estropajos
1x Paquete 2 latas de bonito del norte
1x Paquete 3 latas de olivas
1x Lavavajillas (el más barato tb)
1x Pack 6 tónicas (mercaleches, of course)
1x Pack 6 cervezas (dudosa calidad)

Tu que eres tan guapa y tan lista...

lunes, 4 de mayo de 2009

El principio del fin

Hay cosas en esta vida que tienen un principio y se sabe cuando van a acabar. Muchas veces, incluso, se sabe de qué manera acabarán. Cuando entras en un cine, sabes que después de dos horas, saldrás por donde has entrado y que la acción de ver la película, en este caso, se habrá acabado. Cuando vas a ver Titanic, sabes que al final, por más veces que veas la película, el barco se acaba hundiendo.

Pero hay cosas que no sabes ni cómo acabarán, ni cuando acabarán. Un ejemplo es el piso donde voy a ir a vivir. Primero fue el "gotelé", luego el enyesado y por último la pintura. El gotelé fue vencido sin muchas complicaciones. El enyesado, tras largas horas de "poner cera, pulir cera" se puede decir que está superado. Pero la pintura nos llevará por el camino de la amargura: en la habitación del habitante numero 2, no se agarra a las paredes. Cagado la hemos.

Cabe decir que todo empezó antes de navidades...

Por cierto, me llamo Javi.